Despertando del letargo

Gracias señor Hessel, gracias una vez más, por capitanear el barco cuando ya ha surcado todos los mares por descubrir. 

Gracias por liderar el escuadrón pudiendo avanzar en la retaguardia.

Gracias por cortar las malas hierbas, cuando su huerto ya está sano. 

Aún bostezando le doy los buenos días, y también las gracias señor Hessel, por incendiar millones de parajes yermos, eso es lo que éramos antes de leerle... millones de jóvenes conciencias tristes, secas y cansadas.

Gracias señor Hessel, por haber hecho sonar la alarma, y habernos devuelto la dignidad como estrato generacional, ¿quién se atreverá a decir ahora, tomando como testigo las repercusiones mundiales de la llamada spanish revolution, que los jóvenes no somos dinámicos, comprometidos y luchadores?

Gracias señor Hessel, por su legado, por invitarnos a escuchar activamente, a ejercitar la capacidad de análisis y la conciencia crítica en los ámbitos social, económico y político.

Gracias señor Hessel, por su gran NO a la violencia y por su grito ¡Indignaos!

Gracias señor Hessel, gracias sobre todo por habernos despertado de tan soporífero letargo.