Sin embargo, lo que de verdad "creo" imprescindible es cuestionarse si la fe, los fundamentalismos religiosos y "el choque de civilizaciones" no son más que parte de una espesa "cortina de humo".
Sí, es verdad, Lucifer existe. Sí, tiene su guarida a cientos de metros de profundidad de la superficie de la tierra.
Lo más terrible es, que una escena tan dantesca se haya convertido en cotidiana, en invisible, probablemente a causa de la sobre exposición ejercida por los medios junto con el desinterés y la despreocupación de la clase política.